viernes, 22 de mayo de 2015

Templos... o busca el templo en tu interior

"El infinito tiene su voz: es el
silencio".

Gabriel Alomar

Las iglesias, las sinagogas o las mezquitas son construcciones que fomentan la introspección y el recogimiento. Incluso si no eres practicante de ninguna de estas religiones, la entrada a un templo te ofrece la oportunidad de alejarte del "mundanal ruido" y reflexionar.

En las ciudades, los templos son "oasis" en los que hacer una pausa antes de reintegrarse al ajetreo del mundo. Si hace tiempo que no has entrada en una iglesia, vive ahora la experiencia de un modo diferente: déjate llevar por el silencio -o por el sonido del órgano, si tienes la suerte de escucharlo-, abre tus sentidos a este otro mundo de sensaciones; percibirás la tenue luz de las velas, el olor de la cera y del incienso, el espacio que se abre sobre tu cabeza. Puedes sentarte en uno de los bancos y cerrar los ojos; gozarás de un momento de tranquilidad poco común.

Ermita El Calvario
Podéis encontrar más información en la entrada de mi Blog Mi Cucolinet: Un poquito de historia a través de fotos
Muchas personas asocian los templos sólo a la oración y olvidan que también son lugares en los que retirarse momentáneamente. En el banco de una iglesia pueden revisarse los acontecimientos del día o, sencillamente, no pensar en nada. Diez minutos de calma pueden aportar energía suficiente para afrontar el resto de la jornada con serenidad y vigor.

Meditación: Utiliza las velas encendidas como foco de atención. Reflexiona sobre el significado de la luz en la oscuridad del templo y en tu vida.


Para saber más

* Antonio Aradillas & José María Iñigo. Guía de Monasterios de España. Promoción Popular Cristiana, 1997.
* Fulcanelli. El misterio de las catedrales. Plaza & Janés, 1998.
* Juan García Atienza. Monjes y monasterios españoles de la edad media. Temas de Hoy, 1994.

...

No soy de las personas que visiten las iglesias... porque no soy persona "practicante". Considero que cada uno puede encontrar a Dios en su interior, en su corazón y no es preciso acudir a estos lugares y menos acudir a misa. Pero respeto a quien lo hace, por supuesto.

No obstante me encantan los templos, sobre todo, las pequeñas ermitas... siempre en lugares solitarios, tranquilos... puedes respirar paz y la energía que emana a su alrededor. Así que cuando veo una ermita y si tengo tiempo y posibilidad, allá que me voy siempre.

Aún así soy del pensamiento que siempre se puede acudir a un templo y recogerse aunque sean cinco minutos, buscar en uno/a mismo/a. Pero hace tiempo que veo, por lo menos en esta zona, que las iglesias suelen estar cerradas excepto en horario de misas o similar. ¿Qué fue de aquellos tiempos donde una persona podía refugiarse unos minutos en un templo?.

Yo desde aquí también propongo alternativa: busca 10 minutos sólo/a en casa, ponte cómodo/a, enciende una o más velas, siéntate en postura de meditación o cómodamente en una silla con la espalda recta, prepara música tranquila (a falta de órgano, te propongo Cantos Gregorianos... como el enlace de los Monjes de Silos que he puesto más abajo), mira la luz de una de las velas durante unos segundos, cierra los ojos, respira y visualiza la llama de esa vela en tu entrecejo...


¡Feliz Fin de Semana!.

Namaste.

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