viernes, 19 de febrero de 2016

Reír

"Al igual que todos los jóvenes, me
proponía ser un genio, pero
afortunadamente intervino la risa"

Lawrende Durrell

Reír es la mejor terapia contra el tedio y la depresión. Hay estudios que demuestran el efecto positivo de la risa en el estado físico y emocional del individuo. Incluso existen cursos en los que se enseña a reír a los participantes.


No obstante, la acción en sí no tiene mucho valor si no va acompañada de una actitud interior de inteligencia y ligereza. Reír es, básicamente, relativizar todo lo que nos afecta, desde nosotros mismos, al trabajo o a los problemas conyugales. Esta percepción es, paradójicamente, muy seria, ya que implica asumir que las cosas no son tan importantes como nosotros imaginamos.

Reír no significa burlarse de los demás, sino de la gravedad del mundo y del dolor que nosotros mismos nos infligimos. La sabiduría popular dice que es absurdo atormentarse por las cosas: si algo tiene solución, ya hallaremos la manera de arreglarlo; si no la tiene, es inútil que pensemos en ello.

En cualquier caso, es más fácil resolver un problema si nos distanciamos de él y lo abordamos con objetividad. Implicarse excesivamente en la realidad no sólo es contraproducente, sino que además resulta poco efectivo. Las personas que se toman la vida demasiado en serio suelen precipitarse en sus decisiones o las evitan por miedo al fracaso. Al reír, asumimos la verdadera dimensión de las cosas y salimos a flote de nuestro vaso de agua.

Consejo: Si pasas una mala época, evita las películas y libros de contenido dramático o violento. Lo que ves y lo que lees ejerce una poderosa influencia en tu estado de ánimo.


Para saber más

* David García Walker. Los efectos terapéuticos del humor y de la risa. Sirio, 1999.
* Robert Holden. La risa. La mejor medicina. Oniro, 1999.

...

Ya hace bastante tiempo que pienso que cuesta mucho más hacer reír que hacer llorar... tal vez es porque me considero una persona a la que no le gusta cualquier película "de risa", y es que algunas que se suponía que era para troncharse de la risa, a mí no me han causado ya no una carcajada, sino tampoco una leve risa. También depende mucho del tipo de humor que te guste, el humor ácido, el inteligente, el humor negro, etc.

Aún así, si no encuentras a priori motivos para reír, seguro que en alguna película puedes encontrar una ayuda. También podemos acudir a libro, a pasar un buen rato con un/unos amigo/s. ¿Y qué tal una sesión de risas con la familia?, si tienes peques seguro que encuentras motivos para unas risas con ellos... te sugiero una sesión de cosquillas, por ejemplo, mi peque me las pide continuamente y, sinceramente, a mí, me encanta complacerle ;^).

¡Feliz Fin de Semana!.

Namaste.


Nota: Capítulo sacado del libro "99 maneras de ser FELIZ y 99 recetas budistas para vivir con plenitud" de Gottfried Kerstin.


viernes, 12 de febrero de 2016

Animales amigos

"Una casa sin un gato bien 
cuidado puede ser un hogar 
perfecto, pero ¿cómo puede 
demostrarlo?.

Mark Twain

Los que detestan los animales no comprenden por qué hay tantas personas que tienen en casa gatos o perros -por no citar un sinfín de pequeños animales que, en realidad, están mucho mejor en libertad-. Dicen que la vida ya es suficientemente complicada para andar limpiando y alimentando a un ser más.

Es una opinión perfectamente respetable. No obstante, estas personas desconocen las satisfacciones que éstos reportan a sus dueños. A parte de su amistad incondicional, los animales nos ponen en contacto con nuestros instintos perdidos. Por eso nos fascina observar sus juegos y cacerías.

Por otra parte, la medicina ha demostrado que gatos y perros son una buena terapia para las personas que padecen depresión, estrés o hipertensión. El solo hecho de acariciar un animal hace que nuestro ritmo cardíaco disminuya y nos relajemos.

Si te seduce la idea de traer a casa un pequeño amigo, tal vez podrías optar por rescatar de la protectora de animales uno que haya sido abandonado. Éste te lo agradecería eternamente y repararías una injusticia que no tiene paliativos.

De repente, tendrás a alguien que se alegra de tu llegada y está deseoso de jugar contigo. Los animales domésticos son nuestra mirada al libro abierto de la naturaleza.

Mi/nuestro perro Odín

Mi/nuestro gato Tiger

Consejo: Si no estás en casa durante todo el día o no dispones de mucho tiempo, es preferible que tengas un gato. A diferencia de los perros, los gatos manejan muy bien la soledad y no necesitan salir a la calle.


Para saber más

* María Rosa Fiszbein & Caty Guzmán. Mis amigos los animales. Oceano, 2000.
* Penelope Smith. Cómo hablar con los animales. Robincook, 2000.

...

Desde pequeña me han encantado y me encantan los animales y no puedo decir más que cambian mucho las cosas de cuando son tus compañeros de juego en la infancia y juventud a cuando, como persona adulta, cuidas de ellos como un miembro más de la familia. Si bien es cierto que tal vez de pequeña los disfruté de distinta forma, también debo decir que aún me gustan y fascinan mucho más ahora y con el paso del tiempo. Esa forma de amar y de corresponderte como ser, seas como seas, sólo puede dártela un animal.

Sólo hay una cosa en la que no estoy de acuerdo, en este caso, con el capítulo del libro y es que los gatos si que acusan la soledad, por mucho que no precisen salir a la calle. Un gato necesita y gusta de la compañía, los mimos y los juegos. Al igual que un perro precisa y le gusta que juegues con él, lo mismo le ocurre al gato y además, lo necesita.

También debo decir que, ya puestos, si decides adoptar un gato, muchísimo mejor que sean dos y, si no dispones de mucho tiempo para estar en casa y para jugar, aún más todavía: se harán compañía mutuamente, se darán calorcito para dormir, aportarán el uno al otro las dosis de mimos, contactos y caricias y no se aburrirán porque ambos tendrán sus momentos de locos juegos.

En nuestro caso tenemos perro y gato. El perro llegó mucho antes a nuestro hogar. Cuando estábamos buscando un cachorro, vimos un anuncio en el que tenían una camada de perritos que llevarían a la perrera si en breves días no encontraban casa. Así llegó nuestro Odín a casa, chiquitín, todo negrito y un buenazo de tomo y lomo.

Años más tarde, paseando con Odín, salió al paso un cachorro de gato buscando comida y caricias... se trataba de un gato que debía haber escapado o bien que habían abandonado y que estaba acostumbrado al contacto con personas. Estuve mirando si había alguna casa o alguien que pudiera haberlo perdido y como no era así, no podía dejarlo en la calle para que fuera víctima de atropello o en el mejor de los casos, una corta y dura vida. Así que se vino a casa y pasó a ser nuestro Tiger. Al principio tuvimos que andar con mil ojos hasta que comenzaron a llevarse bien ambos, pero al poco tiempo pasaron a ser "buenos socios y amigos". Son nuestros "otros niños" y no hay día que no nos muestren y ofrezcan grandes dosis de amor... con ellos siempre sabes a qué atenerte, ¿podemos decir lo mismo de los seres "humanos"?.

¡Feliz Fin de Semana!.

Namaste.



Nota: Capítulo sacado del libro "99 maneras de ser FELIZ y 99 recetas budistas para vivir con plenitud" de Gottfried Kerstin.


viernes, 5 de febrero de 2016

Preámbulos

"Cuando emprendas el viaje
hacia Itaca, pide que tu camino
sea largo"

Konstandinos Kavafis


El viajero apasionado sabe que lo importante es el camino y no el lugar adonde va. Lo mismo sucede con todo lo que vivimos. Puesto que no podemos retener el momento, al placer suele seguirle el vacío. Por eso es tan importante prolongar la experiencia y saborearla plenamente en su momento.

Las personas que corren siempre detrás de un objetivo no suelen disfrutar las cosas. Tan pronto como alcanzan algo, dado que no encuentran satisfacción, se lanzan a otra meta a cualquier precio, la cual tampoco bastará y les llevará a una tercera. Ésta es una buena política si uno quiere ser infeliz.

La felicidad consiste precisamente en no postergarla. Por lo tanto, hay que dar más importancia a los preámbulos que al objetivo. Si, por ejemplo, has organizado una cena con amigos, pide que alguno de ellos venga a ayudarte y diviértete con la preparación de la comida, las pausas y la conversación. Pon entusiasmo a aquello que estés haciendo y la tarea te resultará más liviana.

El acto sexual es el ejemplo por antonomasia. Los preámbulos -el desvertirse, las caricias, la mutua estimulación- a menudo son más excitantes que el orgasmo en sí, por lo que cuanto más se alargan, mayor es el placer.

El viaje empieza desde el mismo momento en que piensas en él.

Paseo entre olivos

Piensa en los preámbulos de tu rutina (el despertar, la ducha, el desayuno, el camino al trabajo, la vuelta a casa...) y en cómo puedes sacar partido de ellos.


Para saber más

* Janwillem van de Wetering. Afterzen. La Liebre de Marzo, 2000.
* Jiddu Krishnamurti. Vivir de instante e instante. Integral, 1999.


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Transcribiendo este capítulo, en el momento en que he llegado a la parte del ejemplo de la cena con amigos, ha venido a mi memoria con gran fuerza unos días que pasamos con unos amigos. Recuerdo estar en la cocina charlando, no recuerdo de qué, mientras hacíamos un bizcocho. El tiempo en el horno lo utilizamos para cosas banales mientras seguíamos charlando. Algo tan sumamente sencillo como como esto y se quedó grabado en mi corazón y mi mente... ¡Esos pequeños grandes momentos que nos aportan tanto!.

¡Sacad el jugo a cada momento de vuestro camino sin importar cuándo llegaréis al final!.

¡Feliz Fin de Semana!.

Namaste.


Nota: Capítulo sacado del libro "99 maneras de ser FELIZ y 99 recetas budistas para vivir con plenitud" de Gottfried Kerstin.