martes, 9 de diciembre de 2014

A rugir como fieros Leones

En esta entrada vamos a darle juego a los peques y, por supuesto, tú tienes que participar en ese juego dándolo todo, sacando a tu niño/a interior que seguro tiene muchísimas ganas de que le dejes libre y deshinibido duranto un rato ;^).

Hoy nos vamos a la sabana africana, donde veremos muchos animales, pero vamos a centrarnos en el Rey de la Selva: el León, ese felino enorme de gran melena (ojo, que también tienen cabida las leonas que al fin y al cabo son las cazadoras de las manadas de leones).

Haz partícipe a tu/s peque/s e imagina tu casa como la vasta sabana y en donde como buen felino, estás dormitando al sol, mientras los cachorros corretean aquí y allá (casi como en tu propia casa, donde los peques no paran). Ha llegado el momento de sacudirse la modorra y bajar al río a beber, así que en el suelo, de rodillas, mantén tu columna recta y cómodamente extendida, lleva tus manos delante, apoya las palmas en el suelo, deja los hombros relajados y alejados de las orejas. Toma aire y en el momento de expulsarlo, como si te prepararas para lanzar un inmenso rugido, abre tu boca todo lo que puedas, acompaña sacando todo lo que puedas la lengua (acuérdate del león cuando bosteza) y abre muchísimo los ojos. Estira brazos y dedos. Cuando vuelvas a tomar aire, relaja la lengua y todos los músculos de la cara, con pereza y poco a poco, como los leones.

Recuerda que los cachorros aprenden por imitación, así que debes ser un león ejemplar y sacar bien esa gran lengua de león, tienes que abrir esa gran fauce y tienes que mirar al frente con tus grandísimos ojos felinos... Al momento tendrás a unos cachorrillos que también se desperezan y se ponen a rugir.


Tal vez encuentres que este asana no es, como diría..., demasiado estética, pero recuerda que debías dar rienda suelta a tu niño/a interior y deshinibirte. Estás en tu casa y quieres compartir buenos momentos de yoga y risas con los más pequeños de la casa, o con los no tan pequeños, así que... suelta tu melena.

Este asana tonifica y relaja los músculos faciales, la mandíbula y el cuello. Con todo ello, también aumenta el riego sanguíneo en el cuello, lo que en esta época de frío invierno, nos irá de perlas para prevenir resfriados y fomentar una sensación de bienestar. Así que cuando te sientas tenso o con poca energía, acuérdate del rey de la selva, imítale y al poco, te sentirás pletórico de energía.

Nombre en Sánscrito: Simhasana.


Namaste.

2 comentarios:

  1. Voy a tener que ponerme a rugir a la de ya.
    Muaccc

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    Respuestas
    1. Vistos los beneficios y lo bien que lo vais a pasar tu peque y tú, te diría que ya estás tardando ;^).

      Besotes Guapa!!!.

      Namaste.

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