Yoga, ciencia universal

"Considerando el Yoga como ciencia exacta y universal, estudiemos en qué consiste, el por qué de su práctica y hacia dónde puede conducirnos.

En primer lugar distingamos el Yoga como un estado de ser, experiencia a la cual se accede como fruto de su práctica, y el Yoga como conjunto de técnicas que permiten una progresiva evolución hacia el estado de ser.

Generalmente, el hombre vive, o mejor dicho malvive, condicionado y sometido a tensiones de todo tipo, que no le dejan vislumbrar ni lo qué es, ni cuál es su verdadera misión en la vida. Ello genera un estado de confusión, del que se originan todos los males. El yoga práctico es el modo de llegar a eliminar todos los obstáculos que impiden al hombre, en la etapa actual de su evolución, ser consciente de su propia naturaleza y obrar en consecuencia.

El Yoga propone prácticas que tienden a integrar los componentes constitutivos del individuo, cuerpo, mente y espíritu, haciéndolos fluir conjuntamente a un mismo ritmo adecuado y natural. Precisamente la mayoría de los desequilibrios tienen su origen en el desigual ritmo del cuerpo y de la mente. Mientras el cuerpo trata de mantener un ritmo espontáneo, la mente lo lleva acelerado, los pensamientos se suceden incansablemente y casi siempre en la misma dirección. Esta desarmonía trae consigo un desgaste de energías, y el hombre, así debilitado, se deja arrastrar sin fuerzas por estados anómalos bien conocidos (ansiedad, depresión, desesperación...). De esta manera se ve sumido en un clima de agitación y conflictos mentales que van a desembocar en perturbaciones orgánicas, enfermedades de todo tipo, que le alejan del bienestar y de una vida feliz.

De lo expuesto se deduce que es necesario crear equilibrio y unión en la mente. Una mente homogénea, creadora, que le sirva fielmente en su tarea humana. Ésta es la gran razón del por qué practicar Yoga".

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"Puesto que el hombre está compuesto de factores independientes, serán necesarios métodos que otorguen una salud completa tanto a nivel físico como mental. Brevemente diremos que estos métodos consisten en: técnicas de relajación, tanto física como emotiva y mental; ejercicios y posiciones corporales Asanas, que liberan la respiración y producen equilibrio en toda la estructura orgánica; ejercicios de control respiratorio Pranayama, que apaciguan y relajan la mente, aumentando la energía vital; técnicas de interiorización Pratyahara y concentración Dharana, que permiten una limpieza de todos los procesos mentales y una percepción de nuestra dimensión interior; eventualmente, Dhyana, flujo ininterrumpido de conciencia, más allá de toda técnica o método, que induce al estado de Gracia y desemboca en el Samadhi total expansión de conciencia.

El hombre actual, viviendo en un mundo de constante estrés, atraído incesantemente por el exterior, no puede descubrir su principal componente, su componente interior o espiritual, lo que se traduce en inquietud, frustración y una tensión psíquica constante. Esto, a su vez, produce, como ya hemos visto en el plano físico, alteraciones de toda índole (enfermedades psicosomáticas). Sólo controlando su mente el hombre puede transformarse, tendiendo hacia la libertad de pensamiento y de acción. Esta libertad trae consigo la felicidad.

Resumiendo, el Yoga es una ciencia práctica, sin ningún misterio, precisa y perfecta, adaptable a todos y en todas circunstancias, concebida para inducir salud física y un equilibrio mental y emocional, condiciones indispensables para el acceso y desarrollo de la dimensión espiritual".

Textos extraídos del Libro "Yoga, Teoría práctica y metodología aplicada", de Manuel Morata.

Namaste.