Un clásico: Bizcocho de Calabacín y Chocolate

Inaugurando este nuevo espacio que trata de ser un proyecto integral, reuniendo también alimentación sana con el fin de cuidar nuestro cuerpo físico, recojo en esta entrada, el ya clásico Bizcocho de Calabacín y Chocolate que en su día encontré en La Receta de la Felicidad.

Porque no está reñido cuidarnos con tomar de vez en cuando un postre rico, eso si, con ingredientes sanos, intentando prescindir de azúcares y de refinados. Podemos encontrar el punto dulce con otras alternativas más saludables para nuestro organismo.

Esta receta ya la recogí en su momento en Mi Cucolinet, pero era obligado recogerla también en este espacio.

Bizcocho

300 grs. de calabacín, limpio y con piel
125 ml. de aceite de girasol
200 grs.. de sirope de ágave
250 grs. harina integral de espelta bio
50 grs. cacao puro en polvo
1 cucharadita de bicarbonato
1 poquito de vainilla (opcional)
1 pizca de sal (opcional)


Preparación

Precalentar el horno a 180ºC.

Engrasar una fuente con un poco de aceite y espolvorear con harina.

Triturar el calabacín, bien lavado y con su piel. También lo podéis realizar en el accesorio de la picadora (así es como lo hacemos en casa).

Mezclar en un bol el sirope de ágave con el aceite, añadir el calabacín, la pizca de sal, la vainilla y seguir mezclando. Añadir poco a poco la harina, mezclando bien hasta que se integre. Añadir la cucharadita de bicarbonato y mezclar bien. Por último, tamizar el cacao y una vez tamizado en otro bol, agregar poco a poco a la mezcla principal mezclando muy bien.

Verter en el molde o fuente y hornear entre 20 y 30 minutos, dependiendo del horno. Podéis ir comprobando, cuando se acerque el momento, observando la superficie y por último, pinchando con un palillo; cuando éste salga seco, será el momento de sacarlo del horno.

Dejar enfriar y desmoldar.


Para la cobertura

Un poco de leche de avena, soja, o cualquier leche vegetal que utilicéis (también vale otra, claro está)
Chocolate en tableta para fundir (como media tableta)

No hay más que poner la leche a calentar en un cazo y añadir el chocolate en trozos. Remover para que se vaya deshaciendo poco a poco y quede uniforme.

Verter sobre el bizcocho y decorar con fideos de chocolate o con lo que queráis.

Dejar enfriar y listo para comer. Conservar en el frigorífico.

Tanto el sirope de ágave como la harina integral de espelta bio pueden ser sustituidos, claro está. El sirope puede sustituirse por miel o azúcar (integral de caña mucho mejor). La harina por la que tengáis en casa. Yo os doy la receta tal y como la hacemos porque intentamos cuidar todo lo que podemos los ingredientes que posteriormente van a nutrir nuestro cuerpo.

Espero que os animéis a hacerlo para este fin de semana, como veis es muy sencillo, el resultado es espectacular y sorprendente y, si tenéis hijos, os pueden ayudar en su elaboración que seguro, estarán encantados.

Namaste.