miércoles, 13 de noviembre de 2013

La Vela (Salamba Sarvangasana)

La falta de tiempo y el querer hacer unas ilustraciones como si fuera otra persona, han hecho que tardara en contar más cositas por aquí, pero yo no soy dibujante, ni pintotra, ni ilustradora, eso no quita para que con unos dibujillos hechos con todo el cariño del mundo os enseñe asanas que podéis practicar con los peques, así que, vamos allá.

¿Estáis preparados?, porque nos vamos de viaje... si, de viaje, ya lo anuncié en Facebook; vamos a subir a un velero y vamos a surcar las aguas, balanceándonos con las olas y sintiendo la brisa en nuestra cara. Pero también vamos a cambiar un poquito nuestra perspectiva, porque ¿habéis escuchado alguna vez eso de "el mundo al revés"?, seguro que si, pues a poner la cabeza en los pies se ha dicho ;^D.


Que ¿dónde están los veleros?, pues aquí mismo, vosotros sois la Vela y sólo falta poner en marcha la imaginación. Tal vez tengáis un grumete que otea el horizonte en busca de "tieeeeerraaaa a la vistaaaaaa", o bien prefiere ser también un pequeño velerito surcado los mares. Pero ojo, nada de mantener la postura. Todo forma parte de un juego en el que además de beneficiarse por partida doble (juego y yoga), aprenden las asanas. Además, ellos son niños y como tales, no tienen nuestro sistema óseo ni muscular, y aunque tal vez les encante, se hace un momentito y ya a cambiar y a jugar a que os habéis lanzado al agua para daros un bañito ¿si?.

La Vela es una asana o postura invertida que nos ayuda a cambiar la forma en que miramos nuestro alrededor. Como postura invertida, oxigena la parte superior de nuestro cuerpo puesto que, tenemos a nuestro favor la fuerza de la gravedad y la circulación de retorno lo tiene más fácil. Por tanto, refresca la mente, alivia el estrés, el insomnio y la fatiga. Fortalece la parte alta del cuerpo, el pecho, los hombros y el cuello. Tonifica piernas. Mejora la digestión y claro está, la circulación de la sangre.

La forma de llevarla a cabo: Nos acostamos de espaldas y levantamos las piernas llevándolas arriba y un poco atrás. Si nos cuesta, nos podemos ayudar con un poco impulso. Ponemos las manos en la espalda o caderas y los codos bien colocaditos y anclados en el suelo. Podemos mantener un par de respiraciones observando cómo cambia la misma en esta posición. Para bajar, primero encogeremos las piernas formando un rulito o como decía el otro día mi profesora, "como un bicho bola", jajaja, para después ir bajando poco a poco apoyando primero la espalda en el suelo.

Y ahora, nada de levantarse corriendo, decidle a los peques que se pongan a nadar, porque un bañito en el mar con un velero a la espera, no tiene desperdicio.

Namasté!.

2 comentarios:

  1. Justamente este finde intentaba hacer yo esto! Y no veas, entre la falta de agilidad y ver todas mis lorzas en movimiento...qué frustre, jajajajajaja!
    Muas!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ey, intentabas hacer esta asana Mo... pero no me dejes así, cuéntame más, porfa!!!. De todas formas, lo importante es que lo intentes y la agilidad y/o destreza vendrá poco a poco. Verás tus progresos día a día o semana a semana, que es lo importante. Las lorzas... a esas ni caso, lo importante es como que vayas sintiendo Tú ;^D.

      Muchos Besotes Guapa!!!.

      Eliminar

¿Te gustó?, si es así, comenta y comparte. ¡Gracias por tu visita!.