viernes, 6 de mayo de 2016

Obras acabadas

"Un trabajo en la mano
es como un brazalete de oro"

Proverbio árabe

Cicerón proclamaba lo agradables que son las obras acabadas. Y, sin embargo, parece que hay algo que impulsa al ser humano a emprender proyectos para abandonarlos a medio camino. ¿Cuántas veces hemos visto morir un propósito sólo empezar?.

El mundo está lleno de fumadores que están eternamente dejando de fumar, de escritores que prometen acabar sus novelas y gourmets que van a empezar la dieta mañana.

El problema suele ser la falta de voluntad.

Cualquier construcción necesita unos fundamentos sólidos para poder culminarse. Nuestras ideas, puesto que son construcciones, necesitan el fundamento de la constancia y el empeño de hacerse realidad. Si no contamos con esa base, los planes se irán al agua el segundo día, ya que el ímpetu inicial de un proyecto no va más allá de unas horas.

Desear no es suficiente. Para llevar algo adelante es necesario concienciarse profundamente de aquello que se quiere conseguir. Hay que prever los obstáculos e inconvenientes que van a producirse ya que, de lo contrario, no sabremos reaccionar cuando surja el primer contratiempo. Por ejemplo, si vas a dejar de fumar, has de tener presente que cuando te reúnas con fumadores o tomes alcohol, la señal de la nicotina se encenderá en tu mente. Por lo tanto, deberías advertir a tus amigos que -como mínimo- no te ofrezcan tabaco y cambiar el alcohol por zumo o una infusión.

Los éxitos -por pequeños que sean- alimentan nuestra confianza y nos vuelven más audaces.

Imagen de la página El blog del Sr. Ruiz

Para que un propósito salga adelante es importante escoger el momento psicológico adecuado. Por ejemplo sería, absurdo iniciar una dieta días antes de un banquete de boda.


Para saber más

* Ron Fry. Cómo planificar tus actividades diarias. Everest, 2000.
* Sun Tzu. El arte de la guerra. Edaf, 1999.

...

Por lo general uno de los momentos en que más proyectos se realizan es justo antes de acabar el año, para a continuación poco tiempo después, quedar abandonados en el olvido. Una de los "secretos" para tener éxito en dicha empresa, es hacer un sólo propósito y centrarse en él y, si además, es de pequeña magnitud (por lo menos en el tiempo) mayor probabilidad de éxito tendremos.

Dado que utiliza el ejemplo del hábito de fumar en este capítulo, hablaré de mi experiencia. Comencé a fumar muy tarde (en comparación con compañeros y amigos) y por una razón muy tonta, que para nada suele ser común y que ahora no viene al caso. Años después me propuse dejar de fumar y así lo hice, pero algún compañero de trabajo tal vez un poco malintencionado, me dejó en mi puesto de trabajo un cigarrillo... Yo caí en la trampa y tras mirar y remirar para ver si conseguía saber quién había tenido tan mala idea, quise demostrarle que no pasaba nada si me fumaba un único cigarrillo... ¡craso error!, puesto que caí de nuevo.

Años después pasé una época en la que no me encontraba muy bien, y me pasaba los días con ardor de estómago y molestias. Llegó un momento en que al poco de encender el cigarro, al ardor se agravaba. Recuerdo el último que encendí y tal como lo hice, lo miré, sentí mucho malestar y lo apagué. Decidí que "de momento" no iba a fumar más. Así lo comuniqué al que hoy es mi marido, que también fumaba. Me preguntó si iba a dejarlo y le dije, "no lo sé, sólo sé que de momento no voy a fumar". Él decidió que se acabaría el paquete y no compraría más... eso pasó justo al día siguiente. Yo sin embargo, tenía dos paquetes en mi casa y en mi bolso llevaba un paquete casi entero y un encendedor. Decidí que se iban a quedar allí porque no sabía si en algún momento querría fumar y no quería sentir ansiedad ante la inexistencia del tabaco... me dije "si quieres fumar, fuma, ahí lo tienes, no tienes que estar pidiéndole a nadie y/o salir corriendo a comprar". Así pasaron unos tres meses y el paquete con el encendedor seguían intactos en mi bolso. Cuando me "apetecía" fumar o más bien, me acordaba, me decía a mí misma "¡anda, pero si ya no fumo!" y continuaba con lo que estaba haciendo. Me dí cuenta de que asociaba ciertos momentos con el hábito: hacer una pausa en el trabajo para hacer una llamada, tomar un café, el trayecto hacia la parada del autobús, etc. En ese momento en que sólo era un recuerdo, lo trataba como un despiste y me decía a mí misma que ya no fumaba. Finalmente saqué el paquete de mi bolso, cogí los otros dos paquetes que tenía en casa y se los dí a un familiar que fumaba. Desde entonces hasta hoy no he vuelto a fumar ni un sólo cigarrillo (ni tampoco mi marido), de eso hace ya, si no me equivoco, 19 años... que se dice pronto.

En aquel momento, sin saberlo, no agobié a mi mente con un gran propósito, sólo me dije "de momento" y me funcionó a las mil maravillas.

¿Qué obra o propósito te gustaría llevar a cabo y siempre queda en agua de borrajas?.

¡Feliz Fin de Semana!.

Namaste.

2 comentarios:

  1. Anda! No sabía que habías sido fumadora!! Yo hace ocho años que lo dejé :)
    Fíjate que en general, yo siento necesidad de acabar los proyectos que me propongo. Y suelo conseguirlo, con alguna honrosa excepción, jejejeje...
    Muas!

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    Respuestas
    1. Hola Mo. Pues si, fui fumadora... algún día te contaré cómo fue, porque en mi idea desde luego no estaba para nada acabar enganchada al tabaco....

      En cuanto a acabar los proyectos, creo que estás entre la minoría de personas que si los acaban. Claro que teniendo en cuenta que eres muy organizada, la verdad es que no me extraña nada de nada ;).

      Muchos Besotes Guapetona!!!.

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