viernes, 7 de junio de 2013

El valor no está en el dinero

Viernes: el momento elegido en este rinconcito para, de nuevo, hacer una parada, tomar mi librito y leer el siguiente capítulo..., momento para la pausa y la reflexión.

El buda de la austeridad


"El placer es breve como un 
relámpago. Entonces, ¿por qué 
desear los placeres?".

Imagen de la página Coaching para el día a día José Luis del Campo Villares

Quien corre siempre en pos de la satisfacción inmediata acaba no hallando satisfacción en nada. Con los placeres compulsivos sucede como con las drogas: lo que en un principio es novedoso y estimulante acaba siendo un hábito que no lleva a ninguna parte.

El afán de acumular dinero -para consumir más o por el simple placer de atesorarlo- entraría dentro de esta categoría de cosas. Para la inmensa mayoría, los bienes materiales se pagan con lo más preciado que tenemos: nuestro tiempo. Muchas personas se cargan de horas extras con el único fin de poder consumir más, aparentar estatus ante los otros, cuando lo único que consumen sin lugar a duda es el tiempo que les ha sido asignado para ser felices.

En el ámbito de la austeridad, la alemana Heidemarie Schwermer explica en Mi vida sin dinero su experiencia con el trueque -intercambio de bienes y servicios- para prescindir totalmente del papel moneda. Sólo en Alemania, el libro ha venido 20.000 ejemplares. Fiel a su proyecto, la autora ha donado los beneficios a una entidad benéfica.


El dinero se paga en horas

Una buena manera de controlar lo que realmente te "cuesta" mantener tu nivel de vida es calcular la traducción de cada gasto en horas. Por ejemplo, para alguien que gane 1.000 Euros al mes por 40h semanales (6,25 Euros la hora), la adquisición de un nuevo coche -de gama media- puede suponer una inversión de 2.400 horas de trabajo (o 15 meses netos de sueldo), sin contar seguro, gasolina, parking, reparaciones...

¿Vale la pena trabajar tanto para cuatro ruedas y un motor?.

Tal vez el texto esté algo desfasado para los tiempos que corren de crisis, el ejemplo que ponen de lo que podría costarnos un coche... pero ciertamente es algo de lo que se ha pecado mucho en esta sociedad durante mucho tiempo. Y creo que todos más o menos hemos pecado... antes, nuestros padres y abuelos tenían menos y eran más felices: 1 TV, 1 coche... y todo así, sencillito; pero llegó un momento en que lo normal era casi que hubieran 2 TV en casa, 2 coches y además, lo mejor de lo mejor, no nos sirve un TV normal, noooo, tiene que ser ésta que tiene esto y lo otro y lo de más allá, al igual que el coche, cuanto más grande y más prestaciones mucho mejor.... Tal vez no sean buenos ejemplos, ¿o sí?, no lo sé.

Lo que es cierto es que antes la gente por lo general hacía si podía permitírselo, pero llegó un momento en que sin posibilidades se hacía, préstamos para vacaciones, más préstamos para celebrar comuniones (por ejemplo), tirar de Visa para esto, para lo otro... y a trabajar y a hacer horas para que nos llegue el dinero con todo lo que tenemos y/o queremos tener.

Ya digo que tal vez el texto ahora mismo, en esta tesitura, para muchos esté desfasado cuando hay muchísimas familias que no llegan a fin de mes  y otras en donde los integrantes están en el paro, como es nuestro caso... ahora impera en muchísimos hogares el no gastar, el comprar lo mínimo e indispensable y al menor precio posible... tal vez deberíamos seguir con este planteamiento aunque la cosa mejore...

2 comentarios:

  1. Siempre está bien recordar que no hay que vivir por encima de nuestras posibilidades. Lo cierto es que yo nunca he gastado más de lo que puedo, y a veces me gustaría poder permitirme un viaje, algún capricho...pero luego te das cuenta de que tienes lo esencial y ya no pesa tanto ;)
    Un besote.

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    1. Me pasa lo que a tí Mo, nunca me he metido en algo que no pudiera. Cierto es que tenemos lo esencial y que hay muchas cosas que no se pueden pagar con dinero y que tenemos que valorar por encima de todo.

      Gracias y Muchos Besotes!!!.

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