De momento, seguimos intentando positivizar para darle a la cabecita de forma constructiva, así que, vamos a ello con mi librito y nuestras reflexiones...
El buda de las mutaciones
"Todas las cosas compuestas
están sujetas al cambio.
Porfiad con vigilancia para
conseguir vuestra liberación".
![]() |
Imagen de la página: http://www.occidentealaderiva.com/2013/01/iberia-metamorfosis-kafkiana.html |
Al hablar del samsara, Siddharta Gautama señaló que la existencia mundana posee tres características: es insatisfactoria, fugaz e insustancial. Puesto que todo es efímero - nada perdura-, todo cuanto deseemos y obtengamos acabará desapareciendo. Pues como confirmó Heráclito "no te bañarás dos veces en el mismo río".
En la cultura occidental esta verdad irrevocable nos resulta difícil de digerir. Tendemos a pensar que nuestros seres queridos siempre estarán a nuestro lado, que el coche nuevo funcionará siempre como el primer día, o que nuestro traje favorito no se gastará. Como la realidad es intrínsecamente cambiante, sufrimos un sentimiento de constante pérdida.
Buscamos la seguridad en un mundo sometido a constantes mutaciones y somos presa de repetidas decepciones y disgustos. Para superar el dolor provocado por el samsara y acercarnos al nirvana, es imprescindible asumir la esencia cambiante de todo lo que existe y amar cada persona y cada cosa momento a momento.
I Ching: El libro de las mutaciones
Este tesoro ancestral de la cultura china se consulta lanzando tres monedas al aire. Como resultado se obtiene un hexagrama, símbolo del cambio perpetuo que generan los ciclos del universo. Además del carácter adivinatorio de los hexagramas -escritos en un lenguaje poético-, de cada pasaje puede extraerse una enseñanza moral.
Se tiene constancia de que el I Ching, traducido a la mayoría de idiomas, ya era usado por Confucio y sus seguidores.
Qué gran verdad... nada permanece inmutable, todo cambia, todo está en continuo cambio... esto es positivo, me hace pensar en que saldremos de esta situación... pero por otra parte, a veces pienso, que todo es susceptible de empeorar... y me vengo abajo... hasta que me obligo a volver a subir en mi montaña rusa.
Me parece inevitable pensar en que nuestros seres queridos "siempre estarán aquí", no querer ni pensar por un momento en cuando no estén o en cuando no estemos... es que no quiero ni pensarlo. Ya hemos pasado por estas situaciones que nos trae la vida, como parte del camino en este mundo... la pérdida de mi suegro, de mi madre, de mi padre... No puedo evitar pensar en ellos y que se me encoja el corazón. Me alivia un poco el pensar que mi madre y mi padre, en algún sitio, estarán juntos, pero me duele en el alma no contar con ellos, que no conozcan a su nieto y que él no pueda disfrutar de su compañía... Voy a dejar esto, se me hace demasiado doloroso...
Soy persona muy sentimental y para mí tienen un gran significado algunos objetos, hasta el punto de pasarlo verdaderamente mal y coger un disgustazo si pierdo o se rompe algo para mí "especial". Tengo que concienciarme en que estos objetos, son sólo eso... objetos, y que ese valor sentimental está en mi corazón, en mi mente y mi alma y sin ellos, los objetos no son nada, pertenecen al mundo material, nada más.
Difícil esta parte, pero no todas las enseñanzas van a ser fáciles, hay que asimilarlas en primer lugar... esto puede llevar mucho tiempo o incluso, toda una vida, así que el ponerlas en práctica, ya ni hablamos XD.
Pero dado que todo cambia y nada permanece inmutable, inalterable... igual que el sol sale tras la tormenta, también se verá en algún momento la luz, así quiero pensarlo.